domingo, 28 de abril de 2013

Algunas veces, cuando sueño con el corazón, se me da por soñar con política. Y me mando a soñar nomás. Sueño con la patria grande, con que las personas dejen el egoísmo individualista de la personalidad, que dejen el individualismo colectivo de los nacionalismos y empiece a ser libre, a sudar la política positiva de querer al otro y querenos a todos. Sueño con una patría grande, tan grande que ya no es patria sino mundo. Con mares de discursos veleidosos que inviten a la alegría, al diálogo y la comprensión,