¡Plaffff!, puro fluir, ir y venir de la melodía, canciones conocidas y nuevas se saludaban en introducciones y pasajes andinos, de repente cantábamos con nuestros ancestros, con nuestros hijos, con todo ser humano que alguna vez haya esbozado la posibilidad de concebir música.
Fuimos a la plaza, porque en la plaza se congregan las personas, porque en las ciudades son los epicentros donde la gente se saluda, pasea a su perros, saca su música a dar una vueltita.
Yo, fiel al registro, quería grabar esas danzas melódicas que se sucedían ante mis oídos. Como no pude y ante la fragilidad de la memoria, nació este escrito
AguArdiente
18.06.2013
18.06.2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario